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El número de incendios evitables creció de manera alarmante

La cantidad de pérdidas humanas y de capital provocadas por el fuego durante el primer mes de este año fue realmente alarmante. La falta de una normativa clara y unificada de protección contra incendios es, sin dudas, una de las principales causas.

La cantidad de incendios registrados en Argentina durante el mes de enero es alarmante y el número sigue creciendo. Esto hace imprescindible plantear de manera clara la realidad en la que vivimos y ser conscientes de la magnitud y urgencia de nuestra problemática.

«Si bien en CABA, con la reciente aprobación del Reglamento Técnico del Código de Edificación, están más avanzados que el resto del país, en la actualidad más del 90 % de los establecimientos argentinos no cuentan con un sistema de protección contra incendios adecuado”, aseguró el Presidente de la Cámara Argentina de Protección Contra Incendios (CEMERA), Maximiliano Wutzke, sobre la situación. “La mayoría de los casos que sí poseen los sistemas correspondientes tampoco cumplen con el mantenimiento de acuerdo a las rutinas establecidas por las normas técnicas como pueden ser IRAM y NFPA” añadió el directivo.

El Presidente de CEMERA explicó que esta problemática existente no solo dificulta la prevención de los incendios, sino que también impide el trabajo de los bomberos voluntarios que acuden a ellos. La falta de instalaciones y recursos adecuados impide que las dotaciones destinadas al auxilio puedan realizar correctamente la extinción, ya que las instalaciones fijas no están en funcionamiento o bien son inexistentes. “Los establecimientos deberían contar con sistemas que habiliten la extinción, de acuerdo a las medidas y características del lugar. Pero como esto no ocurre, el cuerpo de bomberos no tiene otra alternativa más que acudir a sus propios equipos, instrumentos y autobombas, que no siempre tienen correlación con la magnitud de muchos incendios”, describió Wutzke.

LA NECESIDAD DE NORMATIVAS
La carencia de sistemas de protección contra incendios adecuados en los establecimientos, cualquiera sea su dimensión y función, recae así en las estaciones de bomberos, es decir, en el deber estatal. Lamentablemente, esta es la razón por la cual no merman los daños y las pérdidas generados por incendios en nuestro territorio.

Durante el primer mes de este año tan complejo, en el que el orden mundial ya viene sumamente golpeado por la pandemia desatada en 2020, hemos registrado importantes incendios en distintas áreas industriales, empresariales y residenciales del país.

Esta situación no solo atenta contra la vida y provoca pérdidas irreparables, sino que impide el desarrollo y crecimiento en todo sentido.
Y ante esto, no podemos quedarnos de brazos cruzados. Como Cámara Argentina de Protección Contra Incendios, exigimos a todos los funcionarios de gestión estatal una acción inmediata para dar solución a esta problemática, ya que se trata de un daño que sí podemos evitar. Necesitamos lineamientos nacionales y normativas que abarquen a todos los establecimientos del país por igual, en las que la protección contra incendios debe ser exigida desde un nivel nacional, hacia todas las provincias y municipios. Estas normas, además, deben ser claras, adecuadas y las mismas para todo el país.

De igual forma, exigimos compromiso para lograr la profesionalización del rubro. Está a la vista la
imperiosa necesidad de aumentar el volumen de profesionales que cuenten con una formación de calidad en todas las áreas que abarca la protección contra incendios.

ENERO AL ROJO VIVO
El comienzo de 2021 fue sumamente complejo en materia de protección contra incendios a nivel mundial; se registraron siniestros de grandes magnitudes, así como también pérdidas humanas que, con una adecuada protección contra incendios, podrían haberse evitado.

No podemos dejar de resaltar este aspecto, sobre todo considerando el actual contexto mundial.
Para ilustrar la complejidad de los primeros treinta días en materia de incendios, estos son algunos de los más significativos, registrados tanto en Argentina como en otros países:

  • Sábado 2: incendio en la fábrica de plásticos Cabelma, en General Pacheco.
  • Sábado 9: murieron al menos 10 bebés a causa de un incendio en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del centro médico del distrito de Bhandara, en la República de la India.
  • Jueves 14: incendio en el Buque de la Armada Argentina Canal Beagle, en el Puerto de Buenos Aires.
  • Domingo 17: incendio en depósito de supermercado Almacor, en Salsipuedes, Córdoba.
  • Martes 19: incendio en una grúa que operaba en la Terminal 4 del Puerto de Buenos Aires.
  • Jueves 21: mueren cinco trabajadores en el Serum Institute of India, el mayor fabricante de vacunas del mundo, a causa de un incendio en un edificio que estaba siendo especialmente construido para aumentar la producción de vacunas contra el COVID-19.
  • Jueves 21: incendio en una fábrica de pintura del Parque Industrial Polo 21, en Merlo, provincia de
    Buenos Aires, que luego se extendió hacia dos fábricas aledañas, de cartón y plásticos.
  • Sábado 23: un incendio destruyó la emblemática panadería La Unión de la localidad de Tolhuin, en Tierra del Fuego.
  • Sábado 23: incendio en un enorme campamento que albergaba a 1.300 refugiados en las puertas de la Unión Europea, en Bosnia.
  • Domingo 24: un incendio devoró cinco casas de la localidad de Lisandro Olmos, en La Plata.
  • Lunes 25: incendio en el famoso parador Kaialoha del balneario Watson, en la localidad costera de
    Pinamar, provincia de Buenos Aires.
  • Lunes 25: incendio en el cuarto piso del Instituto Oulton, ubicado en la ciudad de Córdoba.
  • Sábado 30: incendio en el hospital San Borja, uno de los centros asistenciales más importantes de Santiago de Chile. La evacuación de los pacientes internados fue de alta complejidad para los bomberos,
    debido a la cantidad de pacientes portadores de COVID-19.
  • Sábado 30: incendio en el área de cabinas del estadio Arena Castelao de Brasil. Varios niños debieron ser trasladados de urgencia debido a la inhalación de gases.

Todas estas tragedias tienen un denominador común: la falta de infraestructura necesaria para accionar y controlar un principio de incendio en cualquier lugar. Resulta lamentable que la única alternativa a la que se pueda recurrir en ese momento sea la evacuación del foco y alrededores, ya que deja el establecimiento en cuestión en manos del fuego, sin la posibilidad de salvar recursos ni aquellas vidas que sean incapaces de escapar de las llamas. Es necesario revertir esta situación inmediatamente y por eso reclamamos la acción de los gobiernos y funcionarios correspondientes para dar soluciones y atención a este tema.

En CEMERA continuamos trabajando por una ley nacional de protección contra incendios, que exija la seguridad necesaria para cada establecimiento del país y la profesionalización correspondiente de todos los trabajadores del rubro. *NdR: Desde julio de 2020, una serie de incendios forestales afectaron a más de 300 mil hectáreas de la provincia argentina de Córdoba. El fuego se expandió durante tres meses, y afectó más de 90 mil hectáreas en la vecina provincia de San Luis. La región comenzó a ser azotada con algunos focos durante el mes de julio, pero los más grandes incendios se desarrollaron en las últimas semanas de agosto.
El incendio de mayor extensión comenzó en áreas montañosas del Departamento Ischilín y luego se xtendió hacia el Valle de Ongamira y el norte del Departamento Punilla.
También se registró otro foco de considerable extensión a pocos kilómetros al sur, sobre las Sierras Chicas, entre las ciudades de La Calera y Cosquín.
La Falda, Achiras y Valle Hermoso, en tanto, fueron afectadas por fuegos de menor intensidad y duración.
Según los registros, hasta octubre de 2020, habían sido afectadas por los incendios unas 300 mil hectáreas; estos focos ígneos son considerados uno de los 10 incendios forestales más grandes del mundo. Para noviembre, continuaba habiendo focos activos en la zona de Traslasierra, que se desplazaban desde el oeste hacia el sur. En el departamento San Alberto se registraron nuevos focos el 2 de noviembre.
Hasta el 6 de noviembre del 2020, se contaron unas 320 mil hectáreas de bosques nativos quemadas.

Maximiliano Wutzke.
Presidente de la Cámara Argentina de Protección Contra Incendios (CEMERA)


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